MUSICA

viernes, 30 de agosto de 2013

GOCE







Exquisito embrujo tu piel y la mía cautivas,

en el continente de nuestro lecho.

Somos como madreselvas aromadas,

tan ceñido el abrazo que nos une.


Es un agasajo de aguamiel tu boca,

que osada yo recojo con mis labios agitados.

Danzan mis manos al asir  tus dedos,

en busca del ímpetu para seguir amando.


La luna es testigo silenciosa  y asombrada

del amor que nos estremece en lo profundo,

elevándonos entre nubes de sabanas

hasta el infinito del goce más completo.


Y es tu pecho el cobijo a mis temores,

cuando agotada me rindo en el combate,

y me pierdo en tus ojos húmedos

para encontrarme definitivamente.

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