Niña mía, corazón de rosa
que llegas a mi vida,
trayendo la esperanza
escondida en los pañales.
Boquita donde duermen besos,
que alguna vez beberá de mi pecho.
Manitos de hadas que harán magia,
en los días que contigo comparta.
Mi bella niña esperada,
que danzas en los límites de mi panza.
Para ti el mundo no tendrá fronteras,
porque tu corazón lucirá alas.
Duerme, mi niña soñada,
mientras te canto una ronda.
Muy pronto tu risa y la mía,
sonaran juntitas como campanas.
Me fascino este poema, tanto que me llego al alma ♥
ResponderEliminarTe felicito, un bello blog. Besitos Mirta ♥
Hermoso poema!
ResponderEliminarPureza, inocencia...
Abrazo