PARA CRISTIAN
Frágil mi alma frente al golpe que confunde
y nace el llanto en inservible
afán
de sofocar el fuego que me exalta
hasta quemar el último trozo
de esperanza.
El dolor como una flecha me traspasa
el costado del cuerpo
estremecido.
La angustia empaña el
cristal de mi mirada
mientras una a una se
suicidan mis palabras.
Como explicar el combate y
la angustia
que fragmentan mi aíre y me
sofocan.
Debo acallar los gritos de
mi tristeza
altivo ante este mundo tan indiferente.
Se va mi vida entre golpe y
golpe
forjando día a día lo que soy,
un desolado marinero perdido
en el océano de mis inquietudes.
Nada ni nadie podrá
detenerme
mientras transito entre mis pesadillas.
Solo te suplico no dejes de
esperarme
regresare probablemente
herido a tu cobijo.